La amazonita equilibra los extremos del estado de ánimo, de modo que podamos pasar la mayor parte del tiempo sintiéndonos bien. Nos anima a confiar en que “todo irá bien” y nos ayuda a encontrar el camino hacia la armonía interior y exterior. Es especialmente buena para ayudarnos a crear y mantener límites saludables. Esto suele significar límites con otras personas, pero también se puede utilizar para establecer límites entre el trabajo y la vida personal. La amazonita mejora todas las formas de comunicación, pero es especialmente buena para animar a las personas tímidas a hablar con valentía. Fomenta el comportamiento asertivo y nos inspira a asumir roles de liderazgo. La amazonita nos ayuda a confiar en nuestras propias opiniones y a tener confianza en nuestra propia competencia. Si a otras personas no les gustamos o no están de acuerdo con nosotros, la amazonita nos recuerda que no debemos preocuparnos demasiado por nuestra reputación entre las personas de mente estrecha. Pero si hay discordia entre nosotros y alguien a quien respetamos y admiramos, la amazonita nos anima a dejar de lado nuestro ego y considerar el asunto honestamente. Si estamos equivocados, la amazonita nos impulsa a reconocerlo y a enmendarlo adecuadamente.

La amazonita nos permite hacer realidad nuestros sueños y magnifica nuestras intenciones cuando las expresamos en voz alta. Nos ayuda a saber qué queremos de la vida y a tener el coraje de hacer lo que sea necesario. La amazonita nos recuerda que tener relaciones pacíficas y de apoyo generalmente hace que sea más fácil lograr nuestras metas. Como tal, nos impulsa a resolver rápidamente los problemas cuando surgen. La amazonita acelera el proceso intelectual de resolver problemas emocionales o interpersonales. Nos ayuda a encontrar las palabras para describir nuestros sentimientos e instintos, y une nuestra lógica con nuestra intuición. Cuando nos sentimos molestos, la amazonita nos ayuda a dejar las emociones a un lado y concentrarnos en la resolución de problemas, en lugar de insistir en que tenemos razón o tratar de demostrar que nos han hecho daño. Esto no significa que esos hechos o emociones no importen o no deban tenerse en cuenta; sino que, por lo general, nos beneficia que la intensidad emocional se reduzca un poco. La amazonita nos ayuda a encontrar soluciones razonables y equilibradas para que tengamos la mejor oportunidad de tener una vida feliz y pacífica.